
Hondarribia reúne todos los requisitos que yo le pido a una escapada con encanto.
Un alojamiento muy especial en una fortaleza del siglo X, un recorrido por una villa medieval marinera preciosa y una gastronomía que te quita el sentido. Este cóctel hará que vuestra escapada a esta colorida villa vasca sea perfecta. Por algo es uno de los pueblos más bonitos de Euskadi y de España.
¿Descubrimos Hondarribia juntos?
DATOS PRÁCTICOS
– Como llegar: Si vuestra visita a Hondarribia es parte de un road trip por el norte de España y llegáis en coche, podéis optar por reservar el parking en vuestro hotel (si os alojáis en el casco histórico ya que no está permitido aparcar en esta zona) o, si es de pago y no queréis sumar este gasto o no dormís allí, una opción gratuita es buscar aparcamiento en la calle Sabin Arana Goiri y alrededores o en el Parking Alameda (cercano a la puerta de Santa Maria).
Si no hubiera sitio hay un parking de pago situado al lado del Museo barco Mariñel.
Si el avión va a ser vuestro medio de transporte, el aeropuerto de San Sebastian es el que está más cerca de Hondarribia, de hecho, se encuentra a menos de diez minutos del centro en coche.
El aeropuerto de Biarritz sería otra opción aunque está algo más alejado (a 35 kilómetros).
–Seguro: Aunque para las escapadas de fin de semana nosotros nunca contratamos seguro adicional, os recomiendo entrar en la web de Iati seguros ya que han añadido una nueva modalidad llamada Iati Escapadas que os podría encajar si viajáis con mascotas o visitáis Hondarribia como parte de un road trip por España o Europa.
Si accedéis a través de este enlace o pincháis en la foto, tendréis un 5% de descuento.
– Cuándo ir: Aunque es un pueblo costero, el clima del norte de España no es especialmente benévolo en invierno, por lo que os recomiendo evitar los meses más fríos y lluviosos.
Julio es un mes ideal, con menores precipitaciones y una temperatura suave, perfecta para «turistear». Aun así, estad siempre preparados para la lluvia y el «frescor» del norte.
ALOJAMIENTO
Un punto muy importante si estáis pensando hacer una escapada romántica es el alojamiento, y en Hondarribia el alojamiento por excelencia es el Parador de Hondarribia, también llamado Castillo de Carlos V.
Una fortaleza medieval del S.X magníficamente restaurada con habitaciones que harán que os sintáis como auténticos reyes.

Su primitiva construcción se atribuye a Sancho Abarca de Navarra, su ampliación y fortificación en 1190 a otro rey navarro, Sancho el Sabio, y la sobria fachada corresponde a la época de Carlos V, de ahí su nombre.

Hondarribia fue testigo de muchas batallas debido a su ubicación junto a la frontera con Francia y, por ello, el castillo de Carlos V a finales del siglo XVIII fue gravemente dañado por las tropas francesas. Desde entonces permaneció en ruinas hasta que fue rehabilitado y transformado en Parador Nacional (en 1968).

Interiores con preciosos tapices, un patio para desayunar que es una maravilla, vistas al mar y a la plaza de armas, poco más se le puede pedir a este hotel.

Eso si, aseguraros de reservar una suite, son las más especiales y os aseguro que merece la pena pagar la diferencia de precio que hay con las habitaciones normales (además podéis aprovechar alguna de las muchas ofertas que saca paradores en su web, nosotros así lo hicimos).

Y como una imagen vale más que mil palabras, os enseño nuestra suite al completo.
La suite 101 ( la habitación de Carlos V) es una de las más espaciosas y representativas del Parador de Hondarribia ya que es la única con ventana a la plaza de armas. Además tiene otra ventana con vistas a la desembocadura del río Bidasoa.
Una habitación increíble que no me extraña que la cataloguen en Paradores como habitación única de reyes y reinas porque es muy muy especial.



Durante la mayor parte de su historia, la fortaleza estuvo destinada a la función de cuartel y de residencia del gobernador de la plaza militar, por eso su aspecto defensivo, con solo cinco ventanas en la fachada principal exterior.

Este hermetismo exterior contrasta con su interior, con un patio abierto que es una gozada para desayunar y una terraza (de uso exclusivo para los huéspedes) donde las vistas a la Bahía de Txingudi son espectaculares.


Hondarribia se disfruta con calma, por lo que no dudéis (tanto si os alojáis en el Parador como si no) en dedicar una hora para degustar una copa o un café al atardecer desde la terraza que tiene la cafetería Carlos V (a un extremo del parador). Preguntad si os sirven en la terraza que hay subiendo la cuesta, las vistas no puede ser más bonitas.


Si el parador estuviera completo o queréis ver otras opciones, el hotel Palacio Obispo, el hotel San Nikolas y el hotel Onyarbi, tienen muy buenas opiniones.
QUÉ VISITAR
Aunque Hondarribia se puede visitar en un día (muchas veces es una excursión que se hace desde San Sebastián) yo os recomiendo dedicarle una noche. Así podréis ver tanto el buen ambiente que hay de día como la soledad y la magia que envuelve a esta localidad a amanecer con los primeros rayos de sol.
Sus principales atractivos son:
Plaza de Gipuzkoa
Una de las plazas más bonitas de Hondarribia es la Plaza de Gipuzkoa ya que pese a ser de reciente construcción (data de los años 70) mantiene el encanto y la armonía medieval de la ciudad.



Para llegar hasta ella os recomiendo atravesar el arco de la calle Satarka y continuar hacia la calle Juan de Laborda. Así podréis ver estas dos perspectivas tan espectaculares.


Puerta de Santa María
La Puerta de Santa María es una de las dos principales puertas que tenía la ciudad y estaba compuesta por un puente levadizo, una capilla y cuerpos de guardia.

En la actualidad solo se puede ver el arco, el escudo de la ciudad (de 1694), el cubo de Santa María y la famosa estatua del «Hatxero» que representa a uno de los soldados que abrían paso a las tropas.


Kale Nagusia o Calle Mayor
Una de las calles más espectaculares de Hondarribia es sin duda Kale Nagusia, sobretodo a primera hora, cuando se puede recorrer en soledad y con una luz perfecta.

En uno de sus extremos está la Puerta de Santa María y en el otro la Iglesia de Santa María de la Asunción y del Manzano junto con el parador o Castillo de Carlos V.

Recorrerla de arriba abajo y de abajo arriba es todo un must, ya que podréis ver los característicos balcones forjados, escudos y aleros de las casas que componen esta famosa calle de Hondarribia y todas las callejuelas pintorescas que desembocan en ella.


Destacan las casas n.º 26, 24 y 22, la casa Consistorial (n.º 20) de estilo barroco (1735), la Casa de Casadevante (n.º 5), que fue donde se negociaron los términos de la tregua del Sitio de 1638, el Palacio Zuloaga (n.º 8), la Casa Iriarte, llamativa por el entramado de sus fachadas, los modillones en madera y sus vigas, y por último, la Casa Ladrón de Guevara (n.º 2) cuya fachada es de ladrillo azul vitrificado, única en su estilo.
Iglesia de Santa Maria de la Asunción y del Manzano
Al lado del parador nos encontramos con la Iglesia de Santa Maria de la Asunción y del Manzano, construida sobre los fragmentos de antiguas murallas y sustituyendo a una iglesia románica anterior. Es de estilo gótico con añadidos renacentistas (s. XV y XVI).

Plaza de Armas
Lugar donde se ubica el parador, la Plaza de Armas servía a la guarnición para el ejercicio de las armas y la Ciudad para proclamaciones, recepciones, corridas de toros y otros festejos populares.


Aquí también podréis encontrar la Oficina de Turismo y varios bares y restaurantes muy recomendados para sentaros en sus terrazas y descansar viendo una de las zonas más bonitos de Hondarribia.


De noche, el silencio y la iluminación del Parador magnifica esta plaza y te hace retroceder en el tiempo. No olvidéis sacar los trípodes y fotografiar este momento.

Calles del casco viejo
Y continuando en el reciento amurallado no puedo dejar de aconsejaros dejar Google Maps de lado y perderos por las preciosas callejuelas que componen el casco viejo de Hondarribia (bueno, vale, me mojo, la Calle Harategi con sus vistas al mar me conquistó y estuve mil horas sacando fotos allí jejeje).



Recomendación a parte, debéis caminar sin rumbo, es la única forma de ir descubriendo rincones y detalles que harán que os paréis a sacar fotos a cada paso.


Uno de los restaurantes más recomendados en la zona del casco viejo es Gastroteka Danontzat, dirigido por Gorka Irisarri, reconocido cocinero a nivel mundial por sus elaboraciones premiadas en concursos, revistas y libros de pintxos.



Una plaza a la que no le saqué ninguna foto fue la Plaza del Obispo. Había muchísima gente y no lucía (yo creo que tenían montado algo) y al ver tanto mogollón ni nos acercamos.
Es una de las plazas más antiguas en Hondarribia, con una estatua de Cristóbal de Rojas y Sandoval, arzobispo de Sevilla, capellán de Carlos V y protector de Santa Teresa. Si la encontráis más solitaria no os la saltéis.
Barrio de La Marina
Si el casco antiguo de Hondarribia os ha sorprendido, esperad a ver el pintoresco barrio de pescadores que os voy a enseñar.
El barrio de La Marina está situado junto al antiguo puerto (Kai Zahar) y por ello sus casas tienen un aspecto marinero, con fachadas blancas y balcones de vivos colores adornados con flores.

Allí vivieron durante siglos los pescadores de Hondarribia y hoy podemos encontrar bares y restaurantes donde degustar sus famosos pintxos y disfrutar de un ambiente muy animado en días soleados.

Uno de los bares más recomendados es El Gran Sol (tiene innumerables premios en el mundo del pintxo) donde se puede comer de manera informal en su terraza o en el restaurante anexo. Nosotros no pudimos reservar porque estaba lleno y debido al Covid la terraza no la vimos segura, por lo que optamos por unas raciones que estaban de muerte en el bar Itxaropena.
Otro restaurante muy recomendado por esta zona es La Hermandad de Pescadores, donde recomiendan pedir cualquiera de sus pescados a la brasa.


Las calles más famosas de este barrio son San Pedro y Santiago, os aseguro que no parareis de sacar fotos.



Aunque no vayáis a la hora de comer o cenar, un paseo por esta zona es un imprescindible en Hondarribia. Nosotros lo disfrutamos con la soledad de las primeras horas del día y en plena «ebullición» y ambos momentos me encantaron.

Para cenar nos pegamos un homenaje en Abarka Jatetxea, un restaurante tradicional, con buen gusto y sobretodo con buena comida. Aunque tienen productos del mar, lo más recomendado es optar por plato de carne (el txuletón estaba espectacular). Está un poco alejado del pueblo pero se puede ir andando perfectamente.

Paseo marítimo
Recorrer el paseo de Butrón y la avenida Bidasoa en un día soleado es una gozada y otra de las cosas que no os debéis perder en Hondarribia.

Podéis llegar hasta la playa de Hondarribia, tomaros algo en alguno de sus bares con vistas o simplemente sentaros en la orilla y disfrutar de la tranquilidad y la calma que siempre otorga el mar.

Alrededores de Hondarribia
Si tenéis tiempo extra podéis acercaros a Hendaya, en barco o en coche, a comer unas ostras (os recomiendo Le Parc A Huitres) . También podéis visitar el Castillo de Abbadie (donde hay que dejar el coche en un parking gratuito y subir andando) o llegaros hasta San Juan de Luz. Nosotros esta vez optamos por conocer el castillo.

Y hasta aquí la visita a esta localidad tan especial del País Vasco. Espero que os haya gustado y os anime a conocerla en vuestra próxima escapada.
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