Alsacia, esa región francesa de pueblos de cuento de hadas famosa por sus mercadillos, adornos y celebraciones navideñas. Pero en nuestro caso la visita no la hacíamos en estas fechas, ya que el viaje era un combinando con Suiza, el sur de Alemania y esta bella parte de Francia.
En este road trip recorrimos pueblos encantadores llenos de flores bajo un sol espléndido y con una tranquilidad difícil de encontrar en la época de navidad. Colmar, Eguisheim, Riquewihr, Kaygrsberg, Turckheim y Estrasburgo fueron nuestros destinos y ya os adelanto que nos quedamos con ganas de más.
Si como nosotros, estáis pensando en visitar Alsacia en verano no os perdáis este post.
Bon voyage
CUANDO IR
La época estrella para visitar Alsacia es la navidad, desde finales de noviembre hasta principios de enero. En estos días todos sus pueblos y ciudades se engalanan con adornos, luces, gigantescos árboles de navidad, belenes vivientes y mercadillos para que te invada el espíritu navideño. Pura magia.
La parte negativa de acudir en esta época es la masificación, ya que al concentrarse en tan pocos días y ser una época general de vacaciones, os encontrareis todo abarrotado, teniendo que reservar con mucha anticipación y los precios acordes a esta gran demanda (es decir, caros). Además, deberéis contar con el frío e ir bien abrigados (aunque para mí esto no es un problema).
La temporada media es el verano (de junio a septiembre) con muchas horas de sol, temperaturas muy agradables y sin la aglomeración de turistas que he comentado antes.
Los precios son más económicos y aunque no hay decoración navideña, las flores invaden los pueblos y hacen que estén realmente bonitos (lo veréis en las fotos).
Para los amantes del vino, en esta época se puede recorrer la famosa Ruta del Vino de Alsacia.
Fue la época que elegimos nosotros, concretamente el mes de julio.
En Semana Santa decoran las calles con huevos de pascua y conejitos y las flores comienzan a resurgir.
El resto de meses componen la temporada baja, con mayores lluvias, con algunos locales cerrados y sin festividades importantes, pero no creo que sean un motivo de descarte de este viaje. Alsacia se puede recorrer durante todo el año y seguro que en estos meses no encontrareis turistas.
DATOS PRÁCTICOS
– Ruta: De los seis días que dedicamos en nuestro road trip a Alsacia pasamos tres noches en Colmar (desde donde nos movimos para ver los pueblos de los alrededores) y dos noches en Estrasburgo.
– Vuelo: Como os he comentado anteriormente, este viaje a Alsacia fue parte de un road trip, por lo que llegamos a Colmar en coche de alquiler y no en avión.
Pero si vuestro viaje es en exclusiva aquí o comienza por esta zona, podéis mirar vuelos a Estrasburgo, Basilea, Frankfurt o Karlsruhe y en función de los precios y horarios decidir.
– Visado: Los ciudadanos de la Unión Europea no necesitamos tramitar ningún visado para acceder al país. Con presentar el DNI en vigor es suficiente (aunque nosotros también llevamos el pasaporte).
Si no pertenecéis a la Unión Europea consultad los requisitos y trámites.
– Moneda: En Francia la moneda es el Euro y el pago con tarjeta es lo más común. No obstante, en pueblos pequeños o para compras de pequeño importe os recomiendo llevar efectivo.
– Seguro: En esta road trip por Alemania y Suiza decidimos contratar el seguro Iati Escapadas ya que era el que más se ajustaba a nuestras necesidades.
Aunque llevábamos la Tarjeta Sanitaria Europea preferimos ampliar las coberturas con un seguro privado. La salud es lo primero y es donde no se debe escatimar. Debería de ser un elemento imprescindible en todos los viajes.
Si accedéis a través de este enlace o pincháis en la foto, tendréis un 5% de descuento.
– Hoteles: En este caso optamos por un apartamento en Colmar y un hotel en Estrasburgo y ambos los reservé con Booking con opción de cancelación sin coste. Me gusta tener esta flexibilidad aunque cueste un poco más. El apartamento en Colmar tenía muchísimo encanto, ya lo veréis.
– Internet: En Alsacia teníamos roaming con nuestra compañía, por lo que no nos hizo falta comprar ninguna tarjeta de datos extra. Si no es vuestro caso, miradlo, ya que tener datos fuera del free wifi es muy importante para poder localizar todos los puntos a visitar, restaurantes etc.
– Electricidad: La corriente eléctrica en Alsacia es de 230V y los enchufes son de dos agujeros redondos (tipo E y tipo C), es decir, igual que en España, por lo que no es necesario llevar adaptador. Si viajáis desde fuera de España mirad la compatibilidad.
– Equipo: La ropa que metáis en la maleta dependerá de la época del año en la que vayáis ya que no es lo mismo visitar Alsacia en navidad que en verano.
Nosotros al ir en julio llevamos ropa veraniega pero con alguna chaqueta y fulares para las primeras y últimas horas del día, donde las temperaturas eran más bajas.
Gafas de sol, sombrero o gorra, crema del sol y paraguas son indispensables en la maleta.
– Comida: Alsacia, como buena región fronteriza, tiene influencias Alemanas y Suizas. Por ello, os encontrareis platos alemanes como el Choucroute (chucrut en Alemania, donde lo conocimos nosotros) que es repollo fermentado en salmuera acompañado de embutido como salchichas, tocino o panceta o el famoso bollo en forma de lacito o de corazón llamado Bretzel (también muy típico de Alemania).
El kugelhopf o gugelhupf es un famoso dulce navideño de la región de Alsacia, aunque también es típico de Austria, Suiza o del sur de Alemania. Tiene forma de volcán, y está coronado con frutos secos y lleno de uvas pasas en el interior. Lo probamos y nos encantó.
Los crêpes franceses los encontraréis muy fácilmente y son una opción perfecta tanto en su variedad salada como dulce. A mí me pirrian.
Pero esta zona también tiene su propia identidad y un claro ejemplo de ello con platos como el Baeckeoffe, un estofado de carne de cerdo con patatas macerado durante horas en vino blanco alsaciano y cocido a fuego lento o la Tarte flambée, una delicia muy parecida a la pizza de masa muy fina con cobertura de crème frâiche, nata o queso fresco y los ingredientes que se quieran (muy recomendable y muy barata).
Para los amantes del queso (que no es mi caso) el queso Munster es toda una institución en Alsacia y como no, no me puedo olvidar de sus vinos, que por algo es una región llena de bodegas y viñedos. Tiene vinos blancos buenísimos como el Domaine Weinbach, Wittmann, André Scherer o Trimbach. Personalmente me encantó, pero super encantó una botella de vino Gewürztraminer que compramos allí, me habría bebido toda la botella yo sola jajaja.
Y como siempre, después de todos los datos viene lo mejor ¡el detalle de la ruta!
En este caso no os voy a contar el día a día ya que me parece más ameno dividirlo por pueblos y contaros lo que vimos en cada uno de ellos.
Si quisierais ver el detalle de cada día y los vídeos de todos los lugares podéis acceder a la stories destacadas que tengo en Instragram ¡veréis todo antes de estar allí!
¡Allá vamos!
COLMAR
Colmar fue nuestro «centro de operaciones» durante cuatro días para visitar la capital de la región vinícola de Alsacia y sus alrededores. Hay mucha más oferta de alojamientos que en el resto de pueblos y llevando coche el movernos no era un problema.
Para elegir donde dormir lo tenía claro: queríamos sentirnos «dentro del cuento» y My Sweet Homes Le 15 hacía que esto fuera posible (este es el enlace a su web).
Estos apartamentos están situados en pleno centro pero son super tranquilos al dar a un patio interior, y aquí es donde está lo más especial: te alojas en una de las casitas tan monas de colores y vigas de madera que tanto caracterizan a todos estos pueblos. No me digáis que no suena bien. Y las vistas desde nuestra habitación eran estas, Alsacia 100%.
Tienen una pequeña cocina y están muy limpios. Además, en el patio que veis en la foto (donde está el césped y las mesitas) se puede cenar, una maravilla.
La única pega que le encontramos al apartamento fue el aire acondicionado, que hacía mucho ruido y tenía un sistema muy rudimentario con un tubo que había que andar colgando y sacando por la ventana (y por tanto tenerla abierta). No tienen ascensor, por lo que tenedlo en cuenta también.
Había un apartamento de categoría superior precioso pero estaba ocupado y el de dos habitaciones estaba libre y era una monada, pero muy caro siendo solo dos personas. El único que quedaba libre era el que llaman Schwendi, para nosotros suficiente.
No tiene parking privado pero hay uno público de pago muy cerca, en la plaza de la catedral. Fue donde aparcamos todos los días ya que era el más cómodo, pero si este estuviera lleno, como opciones alternativas llevaba apuntados los parkings Place Raff (a 600 metros del apartamento) y el parking gratuito Manufacture (a unos quince minutos del hotel).
Un consejo que os ahorrará una multa (120 euros) y quebraderos de cabeza si al gestor del apartamento se le olvida decíroslo: los jueves y sábados montan mercadillo en esa plaza y hay que retirar los coches.
Lo pone en un cartel, cartel que no vimos, nos llevó el coche la grúa y tuvimos que ir a comisaría, explicarnos en ingles (que allí no lo hablaba más que una persona), ir al depósito andando y pagar la multa. Una pérdida de tiempo y de dinero, por lo que comprobar esto o preguntar al gestor del apartamento (por si hubieran cambiado los días).
Colmar tiene numerosos atractivos y, aunque yo os voy a ir enseñando los más destacados, no dejéis de explorar callejuelas, descubrir rincones fotogénicos que no aparecen en las guías y disfrutar, disfrutar de un pueblo de cuento total.
1. Petite Venise
Si hay una imagen que te viene a la cabeza cuando piensas en Alsacia o en Colmar en concreto es esta, la de Petite Venise.
Había visto miles de fotos pero, como siempre digo, verlo con mis propios ojos no tiene comparación y en este caso me gustó incluso más que en las fotos.
No esperéis encontraros una Venecia en miniatura (como su nombre indica) pero los canales, puentes y las preciosas casas que hay en este barrio hacen que la estampa sea de lo más bonito. Venecia es Venecia y Colmar es Colmar, cada una con su encanto, para mí no son comparables.
¿Y que nos encontramos aquí? Casas de colores con entramado de maderas, muchas flores y canales, lo que hacen el trío perfecto para que cualquier aficionado a la fotografía se vuelva loco en esta zona.
Mi recomendación para esta zona es recorrer cada rincón y dejaros sorprender por una de las partes más bonitas de Colmar. Incluso si os animáis podéis dar un paseo en barca para tener otra perspectiva de la ciudad. Junto al Pont Rue de Turenne podéis encontrarlos.
2. Mercado cubierto de Colmar
Los mercados son una parada imprescindible en nuestros viajes. Ver los productos locales, comprar algo típico o simplemente disfrutar del ambiente paseando por los puestos, es algo que nos encanta.
El mercado cubierto de colmar se encuentra en Petite Venise y precisamente por eso los trabajadores del mercado podrían atracar al pie del edificio sirviéndose de los canales.
3. Réplica de la Estatua de la Libertad
Si, en Colmar tienen su propia Estatua de la Libertad, son muy chulos ellos jejeje.
Esta estatua se encuentra en una de las entradas de Colmar, concretamente en la carretera de Estrasburgo (N83), tiene 12 metros y os hará recordar o suspirar por la auténtica estatua de Nueva York.
Se erigió para celebrar el centenario de la muerte del creador de la estatua neoyorquina Fréderic Auguste Bartholdi, nacido en Colmar. Si os interesa ver la que fue su casa, en Colmar podréis verla en un museo dedicado a ello: Museo Bartholdi. Os dejo el enlace a su web donde podéis ver toda la información.
4. Quai de la Poissonneri
El barrio de pescadores es otra de las paradas más fotogénicas de Colmar y es la unión entre el distrito de Tanneurs y la Pequeña Venecia.
Este barrio era donde residían la mayoría de los pescadores profesionales de la ciudad y junto con los barqueros formaban una poderosa corporación.
5. Colegiata de San Martin (Collégiale St-Martin)
La Colegiata de San Martín es una de las iglesias góticas más importantes de toda Alsacia y otro de los puntos a visitar en Colmar.
Su interior bien merece una parada y en su exterior, además de las características tejas de estilo alsaciano (que es una teja de cerámica vidriada donde predominan los colores verde y ocre, según los pigmentos utilizados durante la cocción) podéis encontrar un calendario solar.
En los alrededores de la Colegiata hay calles y negocios muy pintorescos donde encontrar algún recuerdo diferente o simplemente disfrutar del ambiente paseando por ellas.
6. Maison Pfister
La Maison Pfister es una casa construida en 1537 y una de las más bonitas de Colmar.
Fue construida para un sombrerero rico aunque el nombre actual hace referencia a un propietario posterior: el comerciante François-Xavier Pfister.
En su fachada os sorprenderán sus pinturas (que representan a los emperadores germánicos del siglo XVI, los escudos de armas del Imperio, los cuatro evangelistas, escenas del Génesis y figuras alegóricas) y su torre coronada en forma de campana.
Actualmente es una tienda de vinos.
7. Maison des Têtes
Esta casa data de 1609 y fue construida por un rico comerciante de vinos. Su principal característica son las más de cien caras humanas, de animales, demonios y querubines.
Actualmente es un precioso hotel perteneciente a la cadena Relais & Châteaux, una buena opción para alojarse en Colmar. Os dejo el enlace a su web para que veáis lo bonito que es y los precios que tiene (no son económicos pero tampoco algo exagerado si se mira con anticipación).
8. Ancienne Douane
La antigua aduana se construyó en 1480 y se usó principalmente como almacén y oficina de impuestos para importación y exportación. Posteriormente se convirtió en la Cámara de Comercio de Colmar.
Tenía un edificio en obras, por lo que la foto desluce bastante.
9. Fuente de Schwendi
Al lado de la antigua aduana se encuentra la fuente de Schwendi o fuente de la Bella y la Bestia, un lugar muy animado y lleno de terrazas donde tomar tranquilamente algo al sol alsaciano.
10. Placas de la Estatua de la Libertad
Recorriendo Colmar no olvidéis mirar al suelo ya que os encontrareis estas curiosas placas con la imagen de la Estatua de la Libertad. Si las seguís os llevaran por un recorrido de 6 kilómetros visitando los principales puntos de la ciudad. Una forma divertida de conocer Colmar.
11. Salle du Corps de Garde
La caseta de vigilancia de Colmar o casa de la policía es otro de los monumentos a visitar en Colmar (su exterior únicamente).
La caseta de guardia se levantó en 1575. La logia, construida entre 1577 y 1582, permitió al magistrado prestar juramento y pronunciar las condenas. Antes de servir como una asignación para el alojamiento de la casa de guardia, este edificio estaba destinado a servir como un ayuntamiento.
Es de estilo renacentista y como veis en la foto muy diferente a lo que hasta ahora os he enseñado de Colmar.
12. Probar la gastronomía alsaciana
Comer es un placer y para mí algo a lo que le doy mucha importancia en los viajes junto con el alojamiento.
En Colmar probamos la famosa tarte flambée, una especie de plan plano o pizza con cobertura de crème frâiche, nata o queso fresco y los ingredientes que se quieran. A mí me encantó, fue una grata sorpresa y no dudamos en repetir en el mismo restaurante: Le Palais Gourmand.
Los crepes son otro de los platos que no pueden faltar, en nuestro caso fueron dulces y son un vicio.
Hay muchas tiendas donde se pueden comprar los típicos pasteles o tartas saladas y comerlas tranquilamente en un banco mientras se disfruta del ambiente.
El vino alsaciano lo degustamos en la terraza de nuestro apartamento, concretamente un Gewürztraminer que estaba para morirse. Me arrepentí de no haber comprado alguna botellita más.
Y de comida nos decantamos por un choucroute (muy típico también de Alemania y entendible por la influencia alemana que ha tenido esta zona de Francia) que, como comentaba al inicio en el apartado de la comida, es repollo fermentado en salmuera acompañado de embutido como salchichas, tocino o panceta.
De postre compramos un Kougelhop que es un bizcocho elaborado en un molde que tiene forma de volcán, con un agujero en su centro y relieves en los laterales. Está relleno de almendras o pasas con Kirsch o ron.
Una cena de 10 en nuestro pequeño remanso de paz alsaciano exclusivo.
Uno de los platos típicos pero que no tuvimos ocasión de probar es el baeckeoffe que lo llevábamos recomendado degustarlo en el restaurante Schwendi.
Y ¿Qué me decís de estas dos cervezas que compramos? No pudimos resistirnos jejeje.
13. Museo Unterlinden
El Museo de Unterlinden está situado en un convento de monjas dominicas del siglo XIII, y es conocido por albergar el Retablo de Isenheim, obra de Matthias Grünewald. Nosotros no lo visitamos. Os dejo el enlace a su web para que veáis precios y horarios.
14. Église Saint Matthieu
Esta iglesia, antiguamente franciscana y protestante, alberga un festival de música internacional cada año.
15. Callejear por cada rincón
Vaya título que he puesto pero es que Colmar se merece algo más que puntos marcados en el mapa. Y que este punto esté en último lugar no quiere decir que sea menos importante.
Callejear para descubrir rincones con encanto, tiendas o restaurantes sin llevar una lista, es algo que no debéis dejar de hacer. El lugar lo merece y os aseguro que os encantará.
Además no olvidéis fijaros en todas las fachadas que hay, a cada cual más bonita.
Colmar es un lugar de cuento, una preciosidad digna de conocer y de disfrutar y, como os comenté al inicio una excelente base de operaciones.
EGUISHEIM
Esta pequeña villa medieval de ensueño es una de las más fotografiadas y por ello decidimos verla muy temprano. No queríamos encontrarnos con colas de gente esperando para sacar la foto más típica en el rincón que más adelante os enseñaré.
El coche lo dejamos en un parking de pago situado al lado del edificio de los bomberos (Parking de la Mairie) ya que era el más cercano a los lugares a visitar. También hay otro pequeño parking al lado del cementerio pero está algo más alejado.
Que os puedo decir de este pueblo…Me encantó y con las fotos que os voy a enseñar estoy segura de que a vosotros también os va a gustar jejeje. Por algo fue elegido como el pueblo favorito de los franceses en 2013 y forma parte de Les plus beaux villages de France el equivalente en Francia a Los pueblos más bonitos de España.
Eguisheim es un pueblo amurallado, con un trazado circular que lo hace especial y, aunque es pequeño, os gustará tanto que el tiempo se os pasará volando sacando fotos de cada rincón.
Os voy a dejar una lista con los principales puntos que no os podéis perder en él, aunque al igual que os recomendé en Colmar, perderse es algo imprescindible para «saborear» la esencia del pueblo.
1. Le Pigeonnier
«El palomar» en francés es la casa más famosa de Eguisheim y yo diría que de toda Alsacia.
En época navideña he visto en Instagram colas de gente para poder hacerse una foto allí y es que este punto es fotogénico a más no poder.
El rincón es muy bonito he de confesarlo pero sin duda lo mejor es poder verlo nosotros dos solos, en silencio y pudiendo hacer todas las fotos que quisiéramos. Madrugar merece la pena.
2. La calle Rue du Rempart
En esta fotogénica calle de suelo empedrado os vais a encontrar las preciosas casas de entramado de madera tan características de Alsacia.
Pero ¡ojo! debéis buscar algo en ellas.
En sus fachadas, ventanas o puertas tienen blasones y escudos, los cuales indicaban la profesión de los dueños de la casa así como sus iniciales y la fecha de construcción de su casa. En algunas también aparece el símbolo ‘IHS’ que significa Jesús Hominum Salvator (Jesús Salvador de los Hombres). No os lo voy a enseñar para que sea sorpresa.
3. Plaza du Château Saint León
La plaza du château es el corazón de Eguisheim y en ella encontrareis una panorámica preciosa.
Su fuente está rodeada de flores y tiene una estatua del papa León IX en su centro. Y es que este papa nació en Eguisheim en 1002.
Bruno de Eguisheim fue consagrado Papa en el año 1049 y fue conocido por comprometerse con la reforma y el enderezamiento de la Iglesia.
Aquí aprovechamos y desayunamos en el restaurante que veis en la foto. Fue una gozada disfrutar del buen tiempo en la terraza, con estas vistas y con la tranquilidad de la primera hora.
Por cierto, aunque esta sea la panorámica más famosa (la plaza con la fuente y las vistas al castillo) no olvidéis daros la vuelta. Las casas de colores que hay en el otro extremo de la plaza son una preciosidad.
4. Iglesia del castillo
Esta capilla que se construyó sobre las mazmorras del castillo lleva el nombre del papa que os he mencionado antes: León IX y es una preciosidad.
La nave central refleja la vida del papa alsaciano. Como veis es pequeñita pero tiene mucho encanto.
5. Castillo Bas d’Eguisheim
Se encuentra ubicado justo detrás de la fuente de San León IX. El castillo fue construido con planta octogonal en el año 720 por el Duque Eberhard y a su lado está la capilla dedicada al Papa León IX que os he enseñado antes. Lo podéis diferenciar en la foto con su torre «de princesas» puntiaguda.
En su tejado pudimos ver dos nidos de cigüeñas, el símbolo de Alsacia, muy queridas por estas tierras.
Este símbolo también es encuentra en muchos de los carteles de hoteles y restaurantes, unos carteles preciosos por cierto.
7. Iglesia de San Pedro y San Pablo
Esta iglesia de los siglos XIII-XIV comenzó siendo románica y terminó siendo gótica. En su interior podréis ver la escultura de la Virgen de Ouvrante del SXIII.
8. Place du Marche
Esta plaza se nos pasó en nuestro recorrido. Está detrás de la capilla y tiene una escultura en el centro.
9. Callejear por cada rincón
Me repito con este consejo, pero es que es algo que merece muchísimo la pena. Estos pueblos son para recorrerlos con tranquilidad y disfrutarlos porque hay muchos puntos que no son nada «especial» pero que están llenos de encanto.
10. Colina de los tres castillos: Weckmund, Wahlenbourg y Dagsbourg
Nosotros no nos acercamos a visitarlos porque no disponíamos de tiempo, pero se pueden apreciar desde el pueblo.
Cada castillo tiene un parking habilitado y las vistas a toda la región dicen que son preciosas. Tendremos que volver para comprobarlo.
TURCKHEIM
Nuestro siguiente pueblecito de Alsacia fue Turckheim.
El coche lo dejamos en un parking que está justo al lado de la puerta de Francia, una de las puertas de acceso al pueblo. Mejor ubicación imposible.
Como era la hora de comer y hacía un calor considerable optamos por comer y así dejar que el sol bajara un poco.
El restaurante que elegimos se llamaba Stammitsch y nos pedimos una pizza y una ensalada. Muy rico y super amables los camareros. En la terraza se estaba fenomenal.
Con el estómago lleno y ya con menos calor comenzamos a recorrer el pueblo. Las visitas más destacadas son las que os indico a continuación.
1. Plaza de Turenne
La panorámica más famosa de Turckheim se encuentra en la Plaza de Turenne donde destaca la fuente del siglo XVIII con una figura de la virgen con el niño y una preciosa casa de 1568 que hace esquina.
No me digáis que no es una estampa preciosa, de cuento total.
El edificio que hay detrás de la fuente es la Guard- House, donde se ubica la Oficina de Turismo, de un color rosa muy llamativo y adornado con muchísimas flores. Es la ventaja de visitar Alsacia en verano, tooodo está lleno de flores.
También desde esta plaza se puede ver el ayuntamiento alias «hotel de ville», que no es un hotel jajaja, reíros pero yo no lo sabía y pensaba que en todos los pueblos de Alsacia había un hotel que se llamaba así, para morirse.
Es el ayuntamiento de Turckheim, es de estilo renacentista y tiene una forma muy curiosa. A su lado, la colorida torre de la Iglesia de Santa Ana.
2. Jardín de la Ville
Uno de los lugares que más me gustó de Turckheim fue este jardín.
Lleno de flores, con esculturas, un precioso pozo y vistas, al igual que desde la plaza de Turenne, al ayuntamiento, a la Iglesia de Santa Ana y a las preciosas casas que rodean el jardín.
3. Iglesia de Santa Ana
Esta iglesia del siglo XIII estuvo dedicada a la Virgen pero varios siglos después se dedicó a Santa Ana. En 1978 un incendio arrasó la iglesia tuvo que ser reconstruida prácticamente en su totalidad. Aun así merece mucho la pena visitar su interior y por supuesto no dejar de admirar la preciosa torre con el tejado color verde que os he mostrado antes.
4. Grand Rue
La calle principal de Turckheim es la Grand Rue y en ella podréis encontrar casas de finales del siglo XVI e inicios del XVII, tiendas, restaurantes y rincones de cuento donde sacar mil fotografías.
Esta calle parte de la Place Turenne y llega hasta la Puerta de Munster.
5. Puerta de Munster (Obertor)
La puerta de Munster es una puerta con una historia un tanto siniestra detrás. Se dice que hasta 26 brujas fueron quemadas aquí entre el siglo XVI y XVII además de ser la puerta por la que pasaban los sentenciados a muerte.
Pese a tener esa historia detrás nosotros encontramos un rinconcito muy chulo donde hacernos una sesión de fotos jejeje.
Cruzando esta puerta encontramos un cartel donde se indicaba que había un parque de cigüeñas. Miramos en el móvil y vimos que estaba relativamente cerca andando pero no íbamos sobrados de tiempo y decidimos dejar esta visita para otra ocasión.
6. Puerta de Brand (o del Aceite)
Vamos con la segunda puerta que tiene Turckheim, la Puerta de Brand o del aceite.
Fue la puerta más defensiva de las tres aunque actualmente no se conservan ni el portón, ni el puente levadizo ni las puertas giratorias. Solo se puede ver el foso que nos hace imaginarnos como debía ser su composición.
7. Rue des Vignerons
Otra calle pintoresca de Turckheim es la Rue des Vignerons.
Parte de la Puerta de Brand y llega a la puerta de Munster y en ella también encontréis casitas con encanto, no tanto como en la Grand Rue pero si tenéis tiempo os recomiendo no perdérosla.
8. Puerta de Francia
La tercera y última puerta que os enseño es la majestuosa Puerta de Francia. Fue por donde entramos a Turckheim (y por donde salimos).
Es una gran torre cuadrangular del siglo XIV que nos encontramos decorada.
Es cierto que estas torres no pueden competir con la que más adelante os enseñaré en Riquewihr pero la visita a Turckheim yo la considero imprescindible y muy muy bonita si recorréis Alsacia.
RIQUEWIHR
Y llegamos a uno de los pueblos que más ganas tenía de visitar: Riquewihr. Y es que este pueblo es otro de los imprescindibles de Alsacia.
Aparcamos en un parking situado a la entrada del pueblo (parking de pago cerca de la Place Voltaire) y comenzamos a recorrer el coqueto pueblo famoso por la torre que más adelante os enseñaré. También hay un parking de pago en el otro extremo del pueblo (cerca de la torre Dolder).
Las visitas que hicimos en Riquewihr fueron las siguientes:
1. Place Voltaire
Nuestra entrada al antiguo recinto amurallado de Riquewihr fue atravesando el ayuntamiento y llegando a esta plaza. Aquí podéis ver de nuevo el Hotel de Ville que os comentaba antes jajaja.
En ella, una fuente rodeada de turistas refrescándose y una pastelería que nos llamó de inmediato la atención y en la que compramos un Kougelhop.
Como os expliqué al inicio del post, es un bizcocho elaborado en un molde que tiene forma de volcán, con un agujero en su centro y relieves en los laterales. Está relleno de almendras o pasas con Kirsch o ron.
2. Rue du General de Gaulle
La calle principal de Riquewihr es la Rue du General de Gaulle y en ella podréis encontrar restaurantes, tiendas y, como no, las preciosas casas alsacianas.
Es la calle en la que más turistas encontraréis al ser la principal y la que lleva al Dolder, pero es un imprescindible en Riquewihr.
3. Tienda Käthe Wohlfahrt (Féerie de Noël)
En una de las esquinas de la Rue du General de Gaulle se encuentra una tienda muy especial y famosa en todo el mundo: Käthe Wohlfahrt.
Esta tienda es el paraíso de la navidad ya que en ella encontraréis todo tipo de adornos navideños.
No penséis que por ser verano puede estar cerrada, no no no, está abierta y podréis comprar un recuerdo para lucir en vuestro árbol las próximas navidades. Así os llevaréis un pedacito de Alsacia a casa.
Os dejo el enlace a su web donde podéis ver los horarios y la información de la tienda.
No os pasarán desapercibidas las casas de vivos colores que hay a ambos lados de esta tienda y que contrastan con el rosa pastel de la misma ¡que bonitas son las casas en Alsacia por favor!
4. Dolder
El monumento más emblemático de Riquehihr es sin lugar a dudas el Dolder, que en francés significa «el punto más elevado».
Y es que esta torre de guardia de finales del siglo XIII tiene nada menos que 25 metros de altura, un reloj y una estética preciosa mezclándose la piedra con un entramado de madera. Y como no, las flores que la adornan en esta época, una combinación preciosa.
La campana de la torre fue restaurada en el año 1842 y lleva inscrito: «Esta es la alegría que anuncia el ruido del día y el silencio de la noche» curioso ¿verdad?
En su interior hay un pequeño museo con armas de la época, pero ya estaba cerrado cuando llegamos y no lo pudimos ver.
La habíamos visto en fotos pero la verdad es que esta torre en persona, y en verano, luce muchísimo, es una auténtica maravilla que no os debéis perder si visitáis Alsacia.
Lo que nos sorprendió muchísimo fue que al atravesar la torre para fotografiarla desde su otra cara nos encontramos con que no había decoración alguna, era una torre defensiva simple y corriente.
5. Fuente de Sinne
Al lado del Dolder os encontrareis una pequeña fuente de agua no potable del siglo XVI que se utilizaba para lavar las barricas y los recipientes de vino. Es la fuente Sinne, con una columna en su interior coronada por un león, los escudos de Horbour (propietarios de la ciudad hasta 1324) y el blasón de la ciudad.
En esta foto la podéis ver junto a una típica casa de Alsacia, pero unas fotos hacia atrás tenéis la fuente junto al Dolder.
6. Callejear
Rue du Cerf, Rue des Trois Églises o Rue Saint Nicolas son solo tres de las muchas calles que hay en Riquewihr por las que merece la pena perderse.
Pero como ya he dicho muchas veces en este post de Alsacia, el callejear sin hacer caso al mapa es una opción muy buena, incluso yo diría que imprescindible para saborear estos pueblos tan encantadores.
Si os quisierais dar un homenaje gastronómico, en Riquewihr hay un restaurante con Estrella Michelin: Table du Gourmet. Ubicado en una casa del siglo XVI reformada.
KAYSERSBERG
El último de los pequeños pueblos que visitamos en Alsacia fue Kaysersberg, votado en 2017 como “El pueblo favorito de Francia”.
El coche lo dejamos en un parking (llamado P5) a la sombra de un arbolito ya que el sol calentaba de lo lindo y comenzamos el recorrido por este coqueto pueblo que tiene la peculiaridad de que lo atraviesa un río (el río La Weiss).
Y ¿Qué es lo que no os podéis perder en Kaysersberg?
1. Rue du General de Gaulle
Rue du General de Gaulle es la arteria principal de Kaysersberg y la calle por la que iniciamos nuestro recorrido.
Flanqueada por casas de colores y entramado de madera, como las que ya habíamos visto pero que, sinceramente, no cansan, todo lo contrario, cada cual gusta más.
Alsacia es de cuento total y cada pueblo visitado nos lo dejaba aún más claro.
2. Iglesia de la Ste Croix
El interior de la iglesia de la Santa Cruz (Ste Croix) os dejará con la boca abierta. Y es que delante del altar principal una talla de un Cristo de más de cuatro metros (4,25 para ser exactos) acapara todas las miradas. A su lado están las esculturas de la Virgen María y de San Juan, de 2,60 metros. Una visita imprescindible en Kaysersberg.
Su exterior, como veis también es muy bonito y característico.
3. Fontine Constantin
Justo delante de la puerta de la Iglesia de la Santa Cruz se encuentra la Fuente de Constantino (Fontine Constantin), del siglo XVI y dedicada, como su nombre indica, al emperador Constantino.
La iglesia y la fuente junto con las coloridas y preciosas casas que hay a su alrededor y las flores que lo inundan todo en esta época del año, hacen una estampa preciosa.
4. Puente Fortificado
Una de las zonas más bonitas y más características de Kaysersberg es su Puente Fortificado, construido en 1514 como parte de las fortificaciones de defensa que poseía la ciudad.
Esa estampa del puente, con el río La Weiss y las casitas típicas alsacianas es una preciosidad y eso que el sol nos pillaba bastante mal.
En la siguiente foto podéis ver otra panorámica, en este caso con la Chapelle de l´Oberhof con su tejado puntiagudo y sus muros de piedra.
5. Mansión Faller-Brief
Muy cerca del puente se encuentra la que dicen es una de las casas más bonitas de Kaysersber, la mansión Faller-Brief. Es una gigantesca casa alsaciana construida en 1594 que está bien, pero he visto casas mejores, la verdad, al menos según mi criterio.
6. Ruinas del castillo de Kaysersberg
Estas ruinas del siglo XIII son un mirador privilegiado de Kaysersbergs. El castillo todavía conserva su torre y además se puede subir a ella.
A nosotros no nos dio tiempo, lo dejamos pendiente para la próxima visita (que será en navidad).
Por ello, os dejo una foto de uno de los puntos en los que se ve la torre del castillo desde la plaza donde se encuentran las Oficinas del Gobierno Municipal (es el edificio que aparece a mano izquierda con la bandera) y una casa llena de flores en el frontal que me encantó.
7. Callejear
Y se repite el consejo de callejear.
Encontrar carteles de hoteles, tiendas o restaurantes chulos, algo que me llamó mucho la atención y un detalle que me encantó de Alsacia. Son super originales y muy muy bonitos.
Casas con decoraciones navideñas para que no se nos olvide que debemos volver a Alsacia en esta época.
Y en este caso, disfrutar de todo esto comiendo un rico helado artesanal.
Y así nos despedíamos de Kaysersberg, saliendo por el mismo lugar por el que entramos y despidiéndonos de sus cigüeñas, su castillo y su río.
ESTRASBURGO
En Colmar, como ya os he contado, decidimos hacer base para ver algunos de los pueblos de su alrededor (nos faltaron Mulhouse, Hunawihr o Ribeauvillé, que si disponéis de más tiempo podéis añadirlos a la ruta), pero a Estrasburgo no queríamos dedicarle solo unas horas. Además se encuentra lejos, a 73 kilómetros de Colmar, por lo que reservamos dos noches en el hotel Mercure Strasbourg Centre Petite France.
El hotel, como veis en la foto, era muy modernito, limpio y muy bien ubicado, ya que en unos cinco minutos estábamos en la famosa zona de Petite France.
El coche lo dejamos en un primer momento en el parking de la estación de tren pero luego nos comentaron que tenían una tarifa reducida con otro parking y la diferencia era considerable, por lo que movimos el coche y nos ahorramos unos euros. Preguntad si reserváis con ellos con que parking tienen convenio para así ir a tiro hecho y que no os pase como a nosotros.
La única pega es que como está en una zona muy cercana a la estación de tren y en estos lugares suelen concentrarse «gente muy variopinta» daba un poco de mal rollo ir del parking al hotel, pero al cambiar el coche al otro parking tuvimos este tema zanjado.
Al igual que he hecho anteriormente, no os voy a detallar cada día, os voy a enseñar todo lo que vimos y si quisierais ver el detalle y los videos que grabo de cada lugar podéis acceder a las stories destacadas de mi Instragram ya que allí tengo el apartado Alsacia con toda la información.
1. Petite France
Empiezo a lo grande. Y es que la zona de Petite France es una de las más bonitas de Estrasburgo y de toda Alsacia.
Mientras recorres la antigua zona de pescadores sientes que no estás en una gran ciudad sino que has vuelto a los pequeños pueblos de Alsacia.
Destacan casas como la Maison des Tanneurs o casa de los curtidores construida en 1572 y considerada monumento histórico de Francia. Y si tenéis ocasión, es un buen lugar para degustar la típica comida alsaciana.
Y si ampliáis esta vista ubicándoos en la Place Benjamin Zix tendréis otra de las panorámicas más famosas de Estrasburgo y de Alsacia, con el Pont du Faisan, la Maison des Tanneursy y el rio III reflejándolo todo. Mirad que chulada, de cuento total.
Muy cerca de aquí se encuentra una de las calles más bonitas y pintorescas de Estrasburgo: Rue Du Bain Aux Plantes donde además se encuentra una cafetería muy acogedora donde sirven unos desayunos muy ricos. No es muy barata pero está ubicada en todo el «meollo» y si se desayuna en la terraza a primera hora es toda una gozada.
Se llama Café Bretelles Petite France y aquí desayunamos los dos días. Podéis ver su carta y precios en su web.
No saqué foto pero os pongo un pantallazo del vídeo que grabé para Instagram (perdonad la calidad).
Y siguiendo con zonas de cuento, otra que no os podéis perder es la plaza Louise Weiss ya que desde allí hay unas vistas de excepción a las maravillosas casas alsacianas de entramado de madera con su correspondiente reflejo en el río.
Además este paseo es muy agradable en esta época, pudiendo aprovechar para comer allí sentados un par de bocatas y convertirse ese bocadillo en la mejor comida del viaje jejeje.
2. La Maison des Ponts Couverts
Una cucada de casita en medio de los canales que luce como nunca en verano llena de flores. No es visitable, es un espacio del ayuntamiento para la protección del menor, pero merece mucho acercarse a fotografiar su exterior porque está en un enclave chulísimo.
3. Des Ponts Couverts o Puentes Cubiertos de Estrasburgo
En la foto veis una sola torre pero en realidad son un conjunto de tres puentes y cuatro torres defensivas del siglo XVIII que originariamente estaban cubiertos por techos de madera, de ahí su nombre (puentes cubiertos vimos en varios lugares de Suiza)
4. Presa Vauban
Muy cerca de los puentes cubiertos se encuentra la Presa Vauban. La podéis ver al fondo en la foto anterior.
Nosotros no nos acercamos hasta ella pero según leímos, allí exponen esculturas y además tiene una terraza panorámica. En la antigüedad las esclusas de la presa se abrían para inundar la ciudad y así defenderse mejor.
5. Catedral de Notre Dame
Otra de las imágenes más icónicas de Estrasburgo y de Alsacia es la Catedral de Notre Dame.
Su imponente exterior os sacará un guauuu con toda seguridad, a nosotros nos lo sacó y eso que tenemos muchas catedrales a nuestras espaldas.
Fue construida entre los siglos XII y XV, en estilo gótico tardío y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad. Además algo muy curioso es que durante varios siglos fue el edificio más alto del mundo, con su campanario de 142 metros de altura.
Su entrada es gratuita y aunque haya cola de verdad que merece muchísimo la pena hacerla porque su interior es realmente espectacular.
Además, dentro de la catedral se esconde un tesoro: un reloj astronómico del siglo XVI que marca las 12.30 solares con una serie de figuras que representan las diferentes etapas de la vida de Jesús con los apóstoles.
Viéndolo le recuerdo a mi marido que quiero organizar una escapada a Praga. El ya ha estado pero yo no, y es una ciudad a la que le tengo muchas ganas.
Nosotros no accedimos a su mirador pero las vistas tienen que ser preciosas.
Además, en uno de los laterales de su fachada podréis admirar otros relojes solares. En esta catedral el tiempo es muy importante.
6. Casa Kammerzell
Si visitáis la catedral esta casa os la vais a encontrar casi seguro ya que se encuentra en una de las esquinas de la Plaza de la Catedral.
Construida en 1427 y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco actualmente es un hotel-restaurante.
Su fachada es todo un espectáculo, repleta de tallas de madera perfectamente conservadas. No os la debéis perder. Alojarse en ella es otro plus.
7. Palais Rohan
Un palacio repleto de museos al que dedicarle bastantes horas, por ello, nuestra visita se limitó a acceder a su patio y fotografiar una preciosa perspectiva de la catedral desde allí y admirar por fuera esta construcción clásica del siglo XVIII.
Pero si os interesa alguno de sus museos (Artes Decorativas, Bellas Artes o Museo Arqueológico) os dejo el enlace a la web de museos de Estrasburgo.
8. Iglesia St Thomas
La iglesia protestante de St Thomas es un bello ejemplo del arte gótico alsaciano. Solo pudimos verla por fuera ya que se encontraba cerrada pero si tenéis ocasión entrad ya que su interior merece la pena. Además dicen que en su interior hay un órgano que tocó Mozart en 1778.
9. Place Gutenberg
Como su nombre indica, esta plaza está dedicada al inventor de la imprenta moderna: Johannes Gutenberg, y por ello, hay una estatua en el centro de la plaza.
Está muy cerca de la catedral por lo que es una visita rápida.
10. Palais du Rhin
El antiguo palacio imperial de Rhin se encuentra rodeado de preciosos jardines en la Place de la Republique, un lugar donde poder descansar a la sombra de un árbol con unas vistas preciosas.
Al otro lado de la plaza se encuentra la Biblioteca Nacional y universitaria de Estasburgo, podéis ver su cúpula color verde en la fotografía anterior.
También podéis ver el Teatro Nacional de Estrasburgo.
11. Place Broglie
En esta plaza se ubica la Ópera y el Ayuntamiento de la ciudad, además dicen que fue en este lugar donde se escuchó por primera vez la Marsellesa, el himno de Francia.
Muy cerca de la Place Broglie se encuentra la Fontaine de Janus, un rinconcito que me gustó especialmente y que nos recuerda que Estrasburgo fue ciudad romana (fechando oficialmente la fundación de la ciudad en el año 12 a. C.)
12. Place Kléber
Esta plaza la llevaba apuntada como otro de los imprescindibles de Estrasburgo pero no nos dio tiempo a verla. Y fue una pena porque es la plaza más grande de la ciudad y esta muy cerca de la catedral peeeero. En esta plaza es donde ubican un árbol de navidad de más de 30 metros, uno de los mayores de Europa. Además hay un Starbucks que llevaba apuntado como recomendado por las vistas que tiene, pero no pude comprobarlo.
Os dejo una foto de un rinconcito de esos de Estrasburgo que no salen en las guías y que, como siempre, os recomiendo explorar, sin rumbo.
13. Musée Alsacien
Este museo se encuentra repartido por tres casas típicas de los siglos XVI y XVII y en el podréis ver las tradiciones y la forma de vida alsaciana a través de muebles, juguetes o vestuario de la época.
Os dejo el enlace a su web donde encontraréis toda la información.
14. Barrio Europeo
Si os sobra tiempo (ya que no la considero una visita imprescindible) podéis pasear por el Barrio Europeo para ver algunos de los edificios más importantes de la Comisión Europea como son el Parlamento Europeo, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos o el Palacio de Europa.
15. Ver anochecer en Petite France
Lo último pero sin lugar a dudas lo más especial y uno de los momentazos del viaje fue pasar la hora azul en la zona más bonita de Estrasburgo (en mi opinión) Petite France.
Todo un espectáculo que puso el broche perfecto a nuestra ruta por Alsacia y donde nos prometimos volver en Navidad. Si, con más frío, sin verlo con esas flores tan preciosas pero pudiendo disfrutar de sus adornos navideños y así volver a sentirnos niños por unos días.
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¡Salud viajeros!
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