Las Islas Griegas conservan toda la magia que hace miles de años enamoró a los dioses griegos. Aguas turquesas, playas de fina arena, pueblos blancos salpicados de cúpulas azules, una gente maravillosa y una gastronomía que te quita el sentido.
Todo esto hace que sean un destino idílico para disfrutar de unas vacaciones de verano.
En esta entrada os voy a mostrar las dos islas que elegí para nuestra primera visita al país Heleno y el recorrido exprés que hicimos en Atenas.
Seguid leyendo porque el paraíso de los dioses también puede ser vuestro paraíso.